09 Mar Coronavirus y el pánico en la población
Coronavirus y el pánico en la población
En estos tiempos que corren donde en cualquier reunión de personas, red social o medio de comunicación que pongas o leas, el denominador común sea la información actualizada de una “novedosa” enfermedad, no hace más que alimentar un alarmismo que puede crear en la población patologías de tipo psicológico quizá, más alarmantes, que la propia “novedosa” enfermedad.
Efectivamente no se puede dejar de ser prudente y adoptar las medidas de prevención que las autoridades sanitarias nos aconsejan. No obstante, si se detectan síntomas sospechosos de poder haber contraído la enfermedad, de nuevo, habrá que seguir las medidas que nos aconsejen.
La histeria y el pánico son dos medidas adicionales fruto de la exageración que no sirven ni ayudan a las medidas imprescindibles para combatir la enfermedad. El miedo nunca fue un buen consejero y menos aún cuando es injustificado.
Debemos, por tanto, tomar todas las cautelas, pero tranquilizarnos. El miedo llega a la parálisis y una problemática como la que estamos sufriendo, no se extingue por el mero hecho de no hacer nada o hacer demasiado. El pánico tiene un carácter destructivo que no ayuda, con serenidad, a seleccionar lo que debemos o no hacer. El miedo es libre, es verdad, pero no debemos alimentarlo.
Reaccionar responsablemente
Muchas personas siguen sintiendo miedo, tras recibir información clara y rigurosa, por ejemplo, emitida por el Ministerio de Sanidad o de la OMS pero, es necesario que analicemos los datos reales.
Debemos cumplir las medidas de prevención pero no utilizar otras ni más, es decir, no hacer caso a los consejos que no provengan del Ministerio de Sanidad o de la OMS y/o no utilizar de más esas medidas que nos aconsejan (por ejemplo, lavarnos las manos varias veces en casa o de manera demasiado recurrente).
En el siguiente enlace se puede consultar información veraz y las medidas de protección necesarias:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/ciudadania.htm
Si sentimos angustia, pensamos demasiado en ello o nos paraliza el miedo y nos impide hacer cosas que nos gustaría (por ejemplo, salir a la calle), debemos empezar a plantearnos que algo anda mal y acudir a un/a profesional para que evalúe nuestra emoción y valore si es excesiva.
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