25 Ene Aflojar las riendas
Por desgracia parece que vivimos en una sociedad donde todo debe ser controlado y cada detalle minucionamente planeado pero, la realidad cada día nos pone de manifiesto que, la mayoría de las cosas, escapan a nuestro control. Cuando esto sucede, la fustración y el malestar llama a nuestra puerta.
Será entonces cuando, podremos aplicar el truco de la renuncia, es decir, aceptar nuestros límites y adaptarnos a las circunstancias. La renuncia se convertirá en algo necesario y saludable.
Podemos completar una de renuncias que nos ayuden a la aceptación:
– Mi necesidad de tener la razón.
– Querer sentrime aprobado/a por los demás.
– Tratar de controlarlo todo.
– Manipular o interferir en las decisiones de los/las demás.
– Oponerme a la realidad que la vida me presenta.
– Impedir que los/las otros/as vivan sus experiencias y aprendan de ello, aunque duela.
– Sufrir ante aquello que no puedo cambiar.
– Juzgar a los/las demás.
– Asumir funciones que no me corresponden.
– Luchar por retener cosas que, en realidad, no necesito».
Sólo aflojando las riendas seremos verdaderamente libres.
[Extracto recogido de Vanessa Gil, Experta en Desarrollo Personal]
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